La forma de trabajar crea espacio entre la musculatura a través de movimientos lentos, rítmicos, armónicos, largos y profundos; suaves y con mayor presión en determinados puntos musculares; estiramientos y elongaciones. El trabajo de coordinación con la respiración y la aromaterapia, permite no sólo relajarse sino también trabajar a nivel de bloqueos.
Supone un buen soporte y complemento a trabajos psicoterapéuticos.
En este estilo de masaje, el terapeuta realiza sus movimientos principalmente con las manos, los antebrazos y los codos desde el centro energético o Hara, que es el punto de equilibrio físico, mental, emocional y espiritual. El trabajo desde ese punto otorga equilibrio, concentración en los movimientos y en la respiración y presencia absoluta aquí y ahora.
Por su parte, el cliente participa activamente en la sesión con la atención puesta en su respiración, dando lugar entre ambos, con tiempo y paciencia a un espacio de apertura, entrega y conexión que se convierte en un espacio sanador porque facilita la integración.
Las sesiones son de 90 minutos de duración.
Técnica en Dietética y Nutrición
Terapeuta Gestalt
Masajista de Californiano