Eneagrama

Eneagrama, una herramienta terapéutica empleada en Gestalt

El eneagrama proviene de enseñanzas espirituales milenarias sufíes y se atribuye a Gurdjieff la transmisión al Occidente moderno. Claudio Naranjo lo popularizó en el ámbito terapéutico y hoy en día es una potente herramienta de comprensión de los caracteres, accessible y utilizada a menuda en la terapia Gestalt.

Aunque, en sus orígenes el eneagrama proporcionaba conocimientos para avanzar en el ámbito espiritual a través de las llamadas “Ideas Santas”, lo que se ha popularizado en el ámbito terapéutico es el llamado eneagrama de las fijaciones o ego-tipo.

El fundamento de esta clasificación de los caracteres se encuentra en la forma en que hemos aprendido a hacer frente a las carencias afectivas y de seguridad que inevitablemente vivimos en la infancia temprana. Esta adaptación a la “realidad” implica una renuncia a un mayor potencial que nos pertenece y comporta una determinada fijación caracterial (o universo de sensaciones, pensamientos y emociones) con la que aprendemos a percibir lo que nos rodea.

El niño se hace adulto y aquella adaptación que «funcionaba» en el seno de nuestra familia de origen a menudo no es adaptativa a la sociedad en la que vivimos.

En algún momento es saludable cuestionar si la forma de percibir y responder al mundo que nos rodea es una verdad absoluta y si nos resulta útil. Es el momento de plantearnos revisar las otras herramientas de las que disponemos y habíamos dejado fuera de nuestro alcance.

Este proceso implica un cuestionamiento de quienes somos asi como un aprendizaje para rebajar la identificación con esta idea que construimos de pequeños. Aunque el proceso puede ser largo, el resultado suele ser liberador.

Esta clasificación de nuestra forma de “funcionar”, de hecho, nos ayuda a reconocer quiénes NO somos. Señala la mascara o fijación y, por tanto, pone a nuestro alcance todo un universo de posibilidades.

Así pues, comprender el funcionamiento de la neurosis tiene un beneficio doble: vivir más en paz como personas y permitir avanzar en la realización del Ser.

Naranjo presenta una clasificación en nueve caracteres (ego-tipo o eneatipo). Estaríamos hablando de nueve formas diferenciadas de expresar la pérdida de contacto con el Ser, nuestra naturaleza básica, y pretenden ayudarnos a restablecer este contacto.

Acabaré poniendo algún ejemplo. A una persona con eneatipo “9” suele ser muy difícil la confrontación y este rasgo puede dificultar contactar con lo que quiere y avanzar en la vida. Reconocer este hecho caracterial y atreverse a confrontar suele ser sanador.

Una persona con carácter «7» no le gusta sentirse triste ni ser consciente de problemas ni dificultades. Tiene tendencia a mostrarse afable, divertido y buen compañero. Ignora los problemas. A menudo una crisis que no puede esconderse le hace cuestionar muchas cosas.

Un eneatipo «4» sería el carácter victimista por excelencia. Siempre percibiendo el vaso medio vacío y con el deseo más o menos inconsciente de ser salvados. Asumir el poder personal que también tienen suele ser todo un descubrimiento.

¿Tienes curiosidad por conocer cómo el Eneagrama podría ser una herramienta en tu vida? Pide una entrevista con nuestras terapeutas gestálticas.

rosa montells Teràpia Gestalt Collbató

Autora

Rosa Montells

Terapeuta Gestalt con quince años de experiencia, miembro de la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG). Instructora de Movimiento Consciente Río Abierto. Profesora de Cocina Natural y Energética. Licenciada en Farmacia.